Juego de Tronos es la adaptación de las novelas de George R. R. Martin “Canción de hielo y fuego”. En la serie se relata cómo el verano llega a su fin y el invierno puede durar mucho, además, la lucha por el Trono de Hierro ha comenzado. Esto provoca que todos los habitantes del planeta, llamado Poniente, participen en el Juego de Tronos, es decir, juegos de poder amenazados por fenómenos sobrenaturales.
La serie se desarrolla en tres líneas argumentales, la crónica de la guerra civil dinástica, la creciente amenaza de los Otros y el viaje de Daenerys Targaryen. A pesar de ser tres líneas argumentales bien diferenciadas, todas ellas se caracterizan por la presencia de estaciones irregulares, con veranos muy largos e inviernos que parece que nunca llegan. Este es el punto que vamos a proceder a analizar a continuación, puesto que está claro que el planeta donde se desarrolla la serie (Poniente) no presenta las mismas condiciones que el nuestro, por lo que debe haber alguna característica en él que haga posible esa alternancia de estaciones.
A lo largo de nuestra búsqueda hemos descubierto diversas posibilidades investigadas por un grupo de cinco astrónomos (Veselin Kostov, Daniel Allan, Nikolaus Hartman, Scott Guzewich y Justin Rogers) los cuales publicaron un artículo en arXiv [1] dando respuesta a esta incógnita sobre Poniente. Estas son las siguientes:
- El eje de rotación cambia drásticamente, por lo que las estaciones se presentan de forma caótica y sin un patrón reconocible. Este motivo no es posible puesto que no explica las variaciones tan pronunciadas en el transcurro de tan pocos años. Además, en el mundo de Juego de Tronos hay, al menos, una luna, lo que hace que se reduzcan las variaciones de la inclinación del eje de rotación.
- La órbita de Poniente es muy excéntrica de forma que este mundo está alejado de su sol, explicando así el porqué de los inviernos largos y severos. Esta explicación no puede darse como verídica porque no se explica la imprevisibilidad de las estaciones.
A raíz de estas dos hipótesis, estos autores ofrecen una tercera posibilidad que se presenta como cierta:
Juego de Tronos se desarrolla en un planeta circumbinario, es decir, un planeta que orbita alrededor de dos estrellas al mismo tiempo (esto no debe extrañarnos, porque ya se conocen más de quince sistemas de este tipo). De esta manera, la órbita de Poniente es ligeramente excéntrica y su eje de rotación tiene una inclinación nula. Estas características dan lugar a inviernos largos o cortos, que se suceden de forma errante (con grandes variaciones y sucesiones inestables).
A pesar de que esta última idea justificaría la variabilidad de las estaciones en el mundo de Juego de Tronos, nosotros hemos querido llevar a cabo nuestra propia justificación:
Proponemos la existencia de una órbita con una forma regular que gira alrededor de un [2] sol, cuya intensidad gravitatoria acaba tras Poniente. Dicha órbita tiene a su lado un planeta grande cuya órbita en este caso es diferente y gira alrededor de otra estrella, cuya fuerza también acaba tras este planeta. Cuando coincide que Poniente pasa cerca de esa órbita y el planeta también lo está haciendo, lo atrae, lo que le hace ir más lento, pero no cambia su órbita, lo único que hace es ralentizar su recorrido habitual. El resultado de esto será un invierno o verano muy largo (según como caigan los rayos del sol en Poniente, ya que este planeta también tiene su eje de rotación inclinado, lo que explica el cambio de estaciones). La atracción del Sol de Poniente es tan fuerte, que por mucho que le atraiga el otro planeta, no modifica su órbita. Se produce como un tira y afloja, cuyo resultado es, como ya hemos explicado, la ralentización del recorrido habitual. Por ello, los inviernos, debido a la inclinación del eje y la incidencia de los rayos del Sol, serán más largos.
Por el contrario, si pasa cerca de esa órbita pequeña y el planeta grande no está pasando, tendremos como consecuencia un invierno de corta duración. Esto se explica porque la órbita de Poniente y la órbita del otro planeta, pese a ser diferentes en tamaño y orbitar alrededor de estrellas distintas, están muy cerca la una de la otra, por lo que pueden llegar a atraerse los planetas. No obstante, como la órbita de Poniente es mucho más grande, como en nuestro caso (aunque bastaría con ser diferentes) que la del otro planeta, tarda más tiempo en dar una vuelta completa. Por ejemplo, mientras que Poniente da una vuelta completa, el otro planeta podría haber dado 3 (esto es una aproximación, ya que desconocemos la duración de la órbita del otro planeta), lo que tiene como consecuencia que haya años en los que coincidan los dos planetas por puntos muy próximos y años en los que Poniente esté en el punto más cerca a la otra órbita y el otro planeta esté en el punto más lejano.
Además la atmósfera posee imperfecciones que se ven provocadas a causa de la contaminación por la quema de cuerpos humanos que provoca gases perjudiciales para la atmósfera, ya que la serie está basada en una época antigua y era la única forma que tenían para deshacerse de los restos que quedaban tras las batallas y guerras entre las diferentes tribus existentes. Por ello, las radiaciones solares que llegan al planeta lo hacen de forma diferente, lo que produce únicamente dos estaciones: veranos más suaves e inviernos muy fríos. Esto está provocado por el hecho de que el lugar donde se queman más cuerpos tiene una mayor densidad de partículas, lo que da lugar a que la incidencia de los rayos del Sol no penetren con la misma facilidad.
Para finalizar con nuestra investigación micro científica sobre “Winter is coming”, hemos realizado una pequeña representación para reflejar de forma más gráfica todo lo anteriormente explicado:
Trabajo realizado por el Grupo 9: Marta Orts, Elisa Fajardo, Ignacio
Herrera e Inés García, estudiantes de 2º F de Magisterio de la
Universidad de Valencia.
[1] http://naukas.com/2013/04/08/analizando-el-planeta-de-juego-de-tronos-y-su-clima/
[2] También se puede pensar la misma hipótesis con otra cantidad de planetas, el número uno se trata únicamente de un número cualquiera, orientativo para esta explicación.
[2] También se puede pensar la misma hipótesis con otra cantidad de planetas, el número uno se trata únicamente de un número cualquiera, orientativo para esta explicación.